Las tierras de Arribes del Duero han estado habitadas desde hace muchos siglos y los restos prehistóricos hallados nos hablan de ello.
Pinturas rupestres junto a la cascada de Los Humos, el yacimiento de Las Arañas en Bermellar o el Taller neolítico de Vilvestre, con hachas neolíticas y cerámica de distintas épocas, nos cuentan la antigua ocupación de estas tierras.
En Arribes podrás visitar olivares centenarios y viñedos viejos increíbles en paredes y bancales que te harán pensar en cómo sus gentes podían desarrollar su vida en una tierra orográficamente tan difícil.
Bodegas, queserías, mermeladerías artesanales o talleres cerámicos, donde las cosas continúan haciéndose despacio y siguiendo el buen hacer de sus mayores.
A lo largo de toda la geografía de Arribes se ha mantenido una artesanía de enseres domésticos, de trabajo y representaciones artísticas en cerámica, alfombras, bordados, cobre, forja o mimbre.
Y muchos pueblos se han hecho identificables por estas labores, como Fermoselle por la piel y el mimbre, Carbellino por la cerámica, los bordados y el mimbre, Fornillos por el mimbre y la piel, Moralina por el telar…
En Arribes de Duero las tradiciones y las fiestas populares se han conservado y algunas de ellas han cambiado su fecha para que los que emigraron, puedan regresar a celebrarlas y no perder la cultura ni la tradición.
Hay muchas romerías y ferias para visitar, como la de los Viriatos en Fariza, en la que se juntan distintos pueblos para llegar a un espectacular enclave, la ermita de la Virgen del Castillo, digno de visitar.
La romería de San Albín en Fermoselle, jornada en honor al santo que suele mezclar religiosidad, gastronomía y folclore al son de los tamborileros y las flautas fermosellanas, o la romería de la santa cruz, o las fiestas de San Agustín en agosto.
http://www.laopiniondezamora.es/comarcas/2018/06/03/peso-tradicion-secular/1088200.html
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2009/06/06/sentidos/1244255239_850215.html